A
sus 31 años vio como un terremoto se
traía abajo su casa. Nicaragua dejaría de ser un lugar donde vivir para don
Carlos Calvo Aguilar.
Paul
Orozco Aguirre.
Es
impulsivo pero le gusta que las cosas sean como el agua, transparentes.
Su
carácter lo ha llevado a consolidarse como una persona definida en sus
criterios e ideologías propias. Así es Don Carlos Calvo Aguilar nacido en 1941 en
Managua Nicaragua y de padre español.
Hombre
sencillo y de buenas costumbres nos cuenta cómo fue que llegó a Costa Rica en
el año 1978.
Mi
casa se cayó con solo 6 días de haberse construido, aquel evento y la guerra
del 78 fueron golpes muy fuertes para mí.
Hoy
recuerdo que hace 38 años abandone mi país. No lo pensé dos veces.
Cuenta
que ya conocía Costa Rica cuando su padre lo trajo cuando era solo un niño.
En
aquel tiempo aprovechaban los veranos del mes de febrero, cuando eso tenía solo
14 años de edad.
Se
hospedaban en el Hotel la Aurola en San José. Esto sucedía cada vez que su papa
lo premiaba por haber ganado sus grados académicos.
¿Le
gustaba estudiar bastante?
Siempre
fui de los mejores promedios y sabía que era lo que quería, por eso me
esforzaba mucho en el estudio.
¿Cómo
fue la época del terremoto en el 73?
-El
terremoto destruyo mi hogar, y quedamos en la calle cuando esta tenía solo 16
días de construida, la falla pasaba por debajo de mi casa, esto me marco para
toda la vida.
Mi
familia perdió 16 propiedades ese año. Me dedique a trabajar en seguridad
social por un tiempo mientras solventaba la crisis hasta que logramos
reconstruirla.
-Cuáles
eran sus proyectos:
Salí
rumbo al INCAE gracias a una beca que había conseguido en aquel tiempo.
Me
invitaron a ser parte de un distinguido programa en aquella época.
Recibí
la ayuda de un director académico de apellido Morris, que me conocía y sabía mi
situación económica.
Me asignaron un fondo patrimonial y en
complemento de un préstamo pude solventar mis estudios.
Este hombre divorciado una vez con una alemana,
tomo la decisión de pisar suelo tico en el año 78. Ya que la guerra tomo su
país.
Era
simple la decisión y lógica hasta cierto punto de vista. Por un lado dejar sus
tierras y el lugar que lo vio crecer y por otro lado no tenía otra salida más
que cruzar el San Juan.
Con
la llegada de los sandinistas tuve que emigrar a Costa Rica.
-Aunque
abandone Nicaragua comencé a trabajar arduamente para enviar medicinas a los
hermanos vecinos. No olvido de dónde vengo.
-Me
gusta ser claro y directo jaja….
Don
arlos no es de ir a la playas y tampoco es bailarín.
Pero
dice cocinar muy bien, y le encanta la comida Italiana además de ser su
favorita.
Renuncio
a la nacionalidad nicaragüense para adquirir la residencia tica en 1980.
Cree
que no podría vivir en su país actualmente aunque tiene amistad con los
actuales jerarcas pero no comparte
muchas de las cosas que suceden ahora en el país.
-Que
tal la familia
-Mi
familia es como los judíos errantes, quienes no están donde nacieron pero
mueren donde nacieron.
Su
padre era español, vivió en Argentina pero murió en Nicaragua. Y su madre vivió
en Italia luego regreso a Nicaragua donde falleció.
Ahora
este hombre hecho unas cuantas canas y vive en San José en barrio Aranjuez.
Extraña el nacatamal, y la última vez que visito Nicaragua fue hace 7 años por
motivos laborales.
Actualmente
labora para la Universidad Internacional de las Américas (U.I.A).
Es
el director de la Maestría en Admiración de Negocios.
A
sus 73 años de edad no descarta la posibilidad de volver, al igual que lo hicieron
su padre y su querida madre.
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